Decir que hoy celebramos el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es engañoso; en medio de esta situación sanitaria y “distanciamiento social”, los crudos e inquietantes números nos recuerdan que esto es algo que continúa aún cuando hay otros temas a los que se les ha dado mayor prioridad. No es una celebración y la violencia sigue viva, pero justo para eso se conmemora este día. La violencia contra la mujer es algo complejo, con muchos niveles y aún más expresiones.
El día de no a la violencia contra las mujeres y las niñas nació de una tragedia de la cual ya estamos tristemente acostumbrades a escuchar, con el asesinato de dos hermanas Domincanas. Las hermanas Mirabal crecieron en fama durante el régimen de Trujillo en la década de los cincuentas como una parte vital de la resistencia, activismo que terminó en el asesinato de Minerva, Patria y María Teresa a manos del mismo gobierno, el 25 de noviembre de 1960.
Pero su historia no terminaría como lo hace la de tantas, en olvido. Su muerte causaría furor en República Dominicana, siendo momento clave para cambiar la balanza durante esta pelea. Solo un año después, Trujillo fue asesinado, y en 1999, la ONU conmemoró su muerte como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y mientras se recuerda todo lo que las mujeres de las generaciones pasadas hicieron para garantizar que sus descendientes vivieran con más libertades, también se recuerda todo el trabajo que hace falta hacer.
Los esfuerzos de estas hermanas y todas las que les siguieron continuaron el arduo trabajo que se tenía y aún se tiene que hacer para erradicar la violencia de género.
De tantos eventos históricos que han salido del 2020, no se puede olvidar el activismo feminista que llevó a 80,000 mexicanes a manifestarse contra el feminicidio el 8 de marzo. Sin embargo, mientras están creciendo las voces de las mujeres que sufren violencia de género, la violencia hacia las mujeres queer sigue siendo invisibilizada.
Los números de violencia contra mujeres de identidades queer no existen más allá de las colectivas y asociaciones que hacen esta recolección, además contemplando que estos números no son representativos de los incidentes no reportados y de mujeres que no quieren o pueden revelar su identidad. Esto crea puntos ciegos a nivel gubernamental al momento de pasar legislaciones y programas para disminuir la violencia de género, en especial por las particularidades de la violencia hacia las mujeres queer, una que no nace solo de un desprecio hacia lo femenino sino desprecio hacia lo que no existe para dar placer al hombre cisgénero.
Y mientras es importante aplaudir el trabajo de activistas para visibilizar esta violencia, se hace difícil llamarlo trabajo valiente, no porque no sea valiente rebelarse contra un sistema que prefiere fingir que no existen y castigar su existencia, sino
porque el buscar garantía a la seguridad diaria no debería ser algo dependiente en la valentía de les individues.
Así que hay que tomar unos momentos de hoy para conmemorar a las hermanas Mirabal y honrar su memoria continuando la lucha que ellas pelearon.
Pero esto no es algo que podamos ganar por nuestra cuenta. Para poder vencer a los sistemas que protegen la violencia de género, que la normalizan, y que activamente silencian a las voces no heterosexuales, no cisgénero, se requiere el esfuerzo de una ola de personas que estan furioses y ya no van a reprimir esa furia. Esta es una pelea que invoca a todes les rebeldes para pelear lado a lado contra creencias que nos violentan y sistemas que nos olvidan.
La violencia hacia la mujer no es solo un fenómeno, es un nombre general para mil expresiones diferentes que dañan diferente y se deben combatir por su cuenta. Hay que girar la conversación sobre violencia de género para que se escuchen las voces LGBTTTIQNB.
Tampoco hay pena en no poder pelear. No es, ni debería ser una obligación para protegerte de la violencia. Pero independientemente de si estás a la mitad de la batalla social o sobreviviendo la cuarentena, sirve saber que hay otres listes para echarte una mano. Aquí dejamos una lista de recursos por si tú o alguien cercano vive violencia de género.
Números
Línea Mujeres (5658-1111) para recibir orientación sobre las instancias especializadas que brindan atención a víctimas de violencia sexual.
Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (CAVI)
Tel: 55 5345-5224
Horarios de atención: Lunes a domingo de 09:00 a 19:00 horas.
Centro de Investigación Victimológica y de Apoyo Operativo (CIVA)
Tel: 55 5345-5054 / 55 5345-5055
Horario de atención: Lunes a viernes de 09:00 a 19:00 horas.
Atención telefónica y vía correo electrónica: (santa_hernandez@fgjcdmx.gob.mx).
Directorio de agencias del Ministerio Público por delegaciones en la CDMX:
Directorio Semujeres: Unidades territoriales de atención y prevención a la violencia de género “Lunas”: https://tojil.org/directorio-lunas
Atención telefónica y vía correo electrónica: (martha_hernandez@fgjcdmx.gob.mx).
Centro de Atención a Riesgos Victímales y Adicciones (CARIVA)
Tel: 55 5200-9166
Horarios de atención: Lunes a viernes de 09:00 a 19:00 horas.
Atención telefónica y vía correo electrónico: (mauro_ponce@fgjcdmx.gob.mx).
Centro de Apoyo Sociojurídico a Víctimas del Delito Violento (ADEVI)
Tel: 55 5200-9196
Horarios de atención: Lunes a domingo de 09:00 a 19:00 horas.
Atención telefónica y vía correo electrónico: (claudia_otlica@fgjcdmx.gob.mx).
Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de Delitos Sexuales (CTA)
Tel: 55 5200-9632
Horario de atención: Lunes a viernes de 09:00 a 19:00 horas.
Atención telefónica y vía correo electrónico: (barbara_ruizm@fgjcdmx.gob.mx).
Línea de atención psicológica IBERO
55 4172 0417
Correo: ayudapsicologicamexico@gmail.com
Horario de atención: 8:00 a 23:00 horas, de lunes a domingo.
Seguimos peleando cada día para que les niñes que nazcan en esta pandemia puedan vivir con menos miedo a ser violentades por algo sobre lo que no tienen control o por etiquetas que han limitado a tantas generaciones. Es un camino largo y duro pero cada paso que tomamos hace una diferencia en la vida de alguien y eso hace que todo valga la pena.